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Abrazando la pata: enfrentando el miedo a empezar como pup, handler o kinkster

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Introducción

¿Has sentido esa mezcla de emoción y miedo paralizante al entrar en un territorio desconocido? Imagínate pedirle la pata a un human pup, o estar del otro lado recibiendo una orden de un handler o alpha. Así se siente muchas veces dar el primer paso en el mundo del kink. Pero al otro lado de ese miedo, puede haber algo increíblemente liberador.

Empezar en el mundo del kink o del pup play puede sentirse como pararte en la orilla de una alberca sin saber si el agua está caliente o helada... pero teniendo claro que sí quieres mojarte. El miedo muchas veces no es por lo que hay, sino por no saber qué esperar. Ese “no saber” se vuelve gigante, más grande que la realidad. Puede venir del miedo a ser juzgadx, rechazadx, fracasar, hacerlo mal, o simplemente por estar intentando algo nuevo. Pero cuando te lanzas al agua y descubres que está en la temperatura justa... ahí te quieres quedar. Y probablemente quieras invitar a otrxs a nadar contigo.

A continuación se exploran algunos miedos comunes al iniciar en el mundo pup o kinky, y cómo superarlos.


1. Miedo al juicio: ¿pensarán que soy rarx?

La famosa pregunta “¿Qué van a pensar?” ha matado más sueños que los fracasos. Este es uno de los miedos más grandes cuando alguien empieza en el mundo pup o kink. La sociedad suele hacer ver como extraño todo lo que se sale de la norma, pero la comunidad kink existe precisamente para romper con eso. Muchxs ya pasaron por esos mismos miedos y ahora celebran sus gustos con orgullo.

Consejo práctico:

Empieza observando. Métete a foros online, busca grupos locales de pups y handlers, clubes leather, etc. Ver que otrxs viven su verdad con seguridad puede darte el valor para hacer lo mismo.

Dato:

Una publicación en The Journal of Sex and Marital Family reportó que entre el 12% y el 47% de las personas han fantaseado o tenido experiencias con kink. No es tan raro como te hicieron creer.

“Lo normal es una ilusión. Lo que es normal para la araña es caos para la mosca.” – Morticia Addams


2. Miedo a lo desconocido: ¿en qué me estoy metiendo?

El “no saber” asusta... pero quedarse encerradx cuando el alma quiere explorar también duele.


Entrar al pup play o a cualquier kink puede parecer como andar por un bosque oscuro sin mapa. Pero ese miedo también es señal de que algo emocionante se viene. La clave está en aprender.


Consejo práctico:

Lee, pregunta, ve a talleres, conecta con quienes comparten tus intereses. Es válido tener mil dudas y no querer jugar aún. La información es como una linterna: te guía con más claridad.

“Lo más grande que vas a aprender es amar y dejarte amar.” – Moulin Rouge

3. Miedo a no ser lo bastante buenx: ¿sí puedo con esto?

La perfección mata el juego. Muchxs sienten que no van a dar el ancho, que van a hacer el ridículo o que se verán como inexpertxs. Pero todo el mundo empieza desde cero. Y lo bueno es que la comunidad suele ser muy abierta con quienes están empezando.

Consejo práctico:

Acércate con mentalidad de aprendiz. Ve a eventos para principiantes, pregunta, platica con quienes ya están donde tú quieres estar. Muchxs estarán dispuestxs a ayudarte si ven que vas con ganas genuinas.

“No tienes que ser genial para empezar, pero sí tienes que empezar para llegar a ser genial.” – Zig Ziglar

4. Miedo al rechazo: ¿y si no me aceptan?

El rechazo duele, pero no es el final; a veces es redirección. Tal vez te preocupa que tu pareja, tus amistades o incluso la comunidad no te acepte. Puede parecer que nunca vas a encontrar tu manada, un pup compatible o un handler que conecte contigo. Pero el rechazo también forma parte de la vida, y quizá ya lo has enfrentado antes.

Consejo práctico:

Atrévete a buscar y hablar de lo que quieres, pero sin desesperarte si no llega todo de inmediato. Lo importante es ser fiel a ti y a lo que te gusta. Las personas que hacen match con tu vibra llegarán. Sé clarx, sé curiosx, y no te escondas.

“A veces el rechazo es redirección.” – Tavis Smiley

5. Miedo a perder el control: ¿y si se va todo de las manos?

Soltar el control puede dar miedo... pero en las manos correctas, puede ser liberador.


Una de las mayores preocupaciones en el kink es justamente esta: perder el control, ya sea físico o emocional. A veces ni siquiera es durante una escena; es el miedo de que te guste lo que te gusta. Pero tus deseos son válidos. Como en cualquier actividad (deportes, videojuegos, hobbies), hay riesgos. Y lo importante es saber cómo manejarlos.


Consejo práctico:

Siempre habla de tus límites. Usa palabras de seguridad. Confía en quien juega contigo, pero también confía en ti para saber cuándo decir basta. Y revisa regularmente cómo te sientes. Tus acuerdos pueden evolucionar.

“El control no es liderazgo; el liderazgo es liderazgo.” – Dee Hock

Conclusión

Empezar como pup o kinkster es como asomarte a una alberca lista para una zambullida que puede cambiarte la vida. Sí, hay miedo. Pero cada miedo también es una puerta a algo nuevo: aprendizaje, comunidad, placer, crecimiento. Cuando enfrentas el miedo con información, claridad y compasión, el salto se vuelve menos aterrador… y mucho más emocionante.

El miedo no es más que una sombra, y las sombras se disipan con luz.Abraza lo que eres, da ese primer paso y deja que la aventura empiece.Allá afuera hay gente como tú, esperándote con las patas abiertas… o con un premio en la mano


Mueve más la cola, gruñe menos.

 ¡Awwwrrrrooooooo!

 – Cooper

 
 
 

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